martes, 7 de septiembre de 2010

¿Y AHORA QUE COMO?

Hace exactamente 3 meses y medio que dejé de fumar, con ayuda, con un poco de trabajo y muchísima voluntad. El que me conociera lo sabría, que no fue fácil, pero lo conseguí. Mejor dicho lo sigo consiguiendo
día a día. Bueno pues a razón de esto, he engordado durante este tiempo 8 kilos.

¿Por qué? Pues porque cuando ingerimos nicotina nuestro metabolismo se acelera o va más rápido y convierte en energía casi todo el alimento que comemos, de manera que al dejar de fumar ocurre todo lo contrario y nuestro metabolismo se hace lento, más lento.
Y ¿qué es el metabolismo?  Es el conjunto de transformaciones físicas, químicas y biológicas que experimentan en los seres vivos las sustancias que entran o se producen en ellos. Osea, el trabajo  que  realiza  el cuerpo humano para mantenerlo vivo y en funcionamiento.

También tenemos más ansiedad y el mono nos hace sustituir la nicotina por chocolates , bollos,etc.
Y yo soy adicta también a los bollos y al chocolate, sobre todo al chocolate negro.
Y que puedo hacer ahora , pues investigar todo lo malo de los bollos y del chocolate, y colocarlo en este blog, así de paso os enteráis de lo mismo que yo.
Ahí voy.


LOS BOLLOS, LOS CROISSANTS, Y LA BOLLERIA INDUSTRIAL.



Uno de los  tipos de grasas que tiene la bollería industrial es las "grasas hidrogenadas", y que se utilizan para hacer palomitas, patatas fritas, galletas bollería industrial, empanadillas, canelones, croquetas pizza...etc.
Los fabricantes emplean grasas hidrogenadas por su bajo coste y porque los productos elaborados con ellas pueden permanecer durante más tiempo en las estanterías de los supermercados, ya que éstas tardan más en enranciarse. Sin embargo no todo son ventajas, ya que las grasas hidrogenadas se comportan en el organismo como grasa saturada, la llamada "grasa mala" cuyo exceso contribuye a aumentar los niveles de colesterol y triglicéridos sanguíneos.

Luego tenemos las" grasas vegetales" que podemos pensar al comprar que son aceites de oliva o de girasol y que, sin embargo, si no especifican con qué aceite se han hecho seguramente son de palma o de coco, que también son de origen vegetal, pero, ricos en grasas saturadas, cuyo exceso puede perjudicar la salud cardiovascular.

Luego tenemos el azúcar, tanto las chucherías como la bollería industrial o los refrescos son productos hipercalóricos que provocan, si se consumen en cantidades desproporcionadas, un exceso de glucosa en sangre que se transforma en grasa.

Cada vez está más claro que el consumo excesivo de grasas saturadas, insaturadas del tipo trans, azúcar y sal producen problemas para la salud cuando se produce un consumo excesivo durante largos períodos de tiempo.

Y ahora vamos con el chocolate.

Un artículo publicado en la revista The Lancet advierte que las bondades del alimento mas deseado serían sólo una ilusión.

Según el artículo, el chocolate negro puede ser perjudicial para la salud porque en el momento de su elaboración pierde las propiedades que mejoran la función vascular.

Al parecer, durante el proceso de elaboración las flavonoides –pigmentos vegetales beneficiosos- son extraídas y, con ella, los beneficios del chocolate amargo. Además, y para desgracia de los golosos, el artículo destaca que muchos chocolates contienen azúcar y grasas que echan por tierra los mencionados beneficios. 

Pero, otros muchos artículos, dicen que tiene muchos beneficio. Uno de ellos es que libera endorfinas y que actúan como inhibidoras del dolor, es decir, como analgésicos y sobre las emociones fuertes, produciendo sensaciones placenteras.

Se dice que el aroma del chocolate induce a la calma y a la felicidad porque hace lentas las ondas cerebrales.
¿Y ahora que como? Pues dejaré los croissants, y los bollos, y el chocolate no y que aunque también es un vicio es mucho más sano.

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